sábado, 19 de junio de 2010

LEYENDO: PSICOANÁLISIS DEL AMOR DE MIGUEL OSCAR MENASSA

Si a Sigmund Freud le dieron el premio Gothe de literatura, es porque lo que escribía era literatura, es decir, que parece ser que los textos de psicoanálisis también podrían tener función poética. Leyendo "Psicoanálisis del Amor", de Miguel Oscar Menassa, esta apreciación me parece más evidente que nunca.

"Toda interrupción tiene su sentido.
Él llegó una espléndida tarde de verano para decirme que ella no era mi destino.
Ella llegó en medio de la fiebre, en medio de mis ojos desmesurados por la sorpresa, para decirme que sin Ella no habría destino para mí.
¿A quién creer? ¿Con quién de los dos tendré que pactar la muerte del otro?
¿Perversión o Verdad?
Pálidos espejos estallan exactamente ante mis ojos."

En el camino abierto por los grandes poestas y por Freud, que dijo: poesía y psicoanálisis es psicoanálisis, Menassa da un paso más. Parece retomar rasgos de la escritura automática surrealista, que en este autor deja de ser un experimento innovador. Menassa, además de poeta es un psicoanalista, alguien que sabe que el pensamiento es inconsciente; y toda su obra, tanto poética como psicoanalítica, muestra esta concepción del pensamiento, de la creación y de la escritura.

"Preciso ser investigado.
Oídme bien, mi palabra es el desfiladero de la muerte."

Con Miguel Oscar Menassa, la cultura, la humanidad, tiene trabajo para siglos. Seamos los primeros en comenzar.


Kepa Ríos Alday